La reducción de plásticos en España es un desafío urgente y prioritario en la lucha contra la contaminación ambiental. Con la creciente preocupación por el impacto de los envases plásticos en nuestros ecosistemas, España ha dado pasos significativos para convertirse en un referente en sostenibilidad y economía circular.
Normativas en España sobre plásticos de un solo uso
Desde la entrada en vigor de la normativa europea, España ha implementado medidas para reducir el uso de plásticos de un solo uso, como pajitas, cubiertos y platos desechables. Además, la Ley de Residuos y Suelos Contaminados obliga a los fabricantes a incluir un porcentaje mínimo de plástico reciclado en los envases plásticos, contribuyendo al reciclaje y la reutilización de materiales.
A partir de 2025, todas las botellas de plástico de tereftalato de polietileno (PET) deberán contener al menos un 25% de plástico reciclado. Este esfuerzo refuerza el compromiso de España con la economía circular y la sostenibilidad.
El impacto de los envases plásticos en el medio ambiente
La contaminación plástica sigue siendo una de las principales amenazas para el medio ambiente. Según datos recientes, más del 80% de los residuos en mares y océanos son plásticos, afectando gravemente a la biodiversidad. Reducir el consumo de plásticos de un solo uso no solo protege a las especies marinas, sino que también mejora la calidad de vida en nuestras comunidades.
Además, sistemas como el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) para envases plásticos se están implementando en España para garantizar una mayor tasa de reciclaje y reducir la generación de residuos.
Alternativas sostenibles al plástico
Empresas como Rotolia están liderando el cambio hacia materiales sostenibles mediante la innovación en tecnologías termoplásticas. Desde envases plásticos biodegradables hasta soluciones reutilizables, la industria está adoptando estrategias que minimizan el impacto ambiental y promueven un consumo responsable.
Algunas alternativas al plástico incluyen materiales como vidrio, metal, papel reciclado y bioplásticos. Estas opciones no solo son más respetuosas con el medio ambiente, sino que también ayudan a crear una economía circular más verde y sostenible.
El papel de la economía circular en España
La economía circular es un pilar fundamental para reducir la contaminación plástica en España. Este modelo promueve la reutilización, reparación y reciclaje de productos para minimizar el desperdicio y maximizar el valor de los recursos. En este contexto, iniciativas como las de Rotolia se alinean con los objetivos de sostenibilidad al ofrecer soluciones innovadoras y sostenibles.
El ejemplo Solán de Cabras
Para Solán de Cabras, producir botellas de envasado reutilizable resulta ser el doble de caro. Dicho incremento de costes es asumido por la propia empresa para evitar que todo esto repercuta en un aumento en el precio final del producto.
En el año 2017 comienza su compromiso en toda su gama de productos por la circulación de envases con la implantación del 50% de plástico reciclado, alcanzando una reducción del 35% de su huella de carbono y un importantísimo ahorro de más de 17.800 toneladas de plástico virgen.
Solán de Cabras está viendo cumplir sus objetivos de r-PET con el lanzamiento del nuevo envase de litro y medio para el próximo mes de septiembre, en donde todas las botellas de agua mineral natural estarán fabricadas de plástico reciclado.
Existe una fuerte evolución del consumidor que fuerza a todos los operarios a proponer toda una gama de productos lo más sostenible posible, reducción del gramaje de las botellas en formato grande al precio más asequible, incluido el cumplimiento de la normativa europea que obliga a que antes del 2024 todos los tapones vayan perfectamente unidos a las botellas.
Los compromisos ambientales de Solán de Cabras se centran en la protección del entorno natural, situado en la Serranía de Cuenca, del que para no explotar los acuíferos, solo se utiliza el 2% de su caudal.
También se ha acordado una colaboración con el Canal Internacional Nacional Geographic con el fin de proteger el manantial en su origen, trasladando la cultura de un agua filtrada a 950 metros sobre el nivel del mar, popularizando las labores de limpieza, ocio sostenible destinado al cuidado y protección del paraje natural.