El gusano Zophobas morio, una especie de escarabajo de la familia Tenebrionidae, cuyas larvas son muy conocidas como gusano de la harina, gusano rey, gusano morio o sencillamente zofobas, son comunes como alimento para reptiles y mascotas exóticas.
Esta especie de gusano es capaz de alimentarse con poliestireno, material plástico versátil muy utilizado en la fabricación de un amplio abanico de productos de consumo (tuberías, corchos etc.) capaz de contaminar los mares. Queda incluida la versión conocida como corcho blanco, poliespan o porexpan.
¿Una planta de reciclaje en un gusano?
Esta especie de larva de escarabajo, de acuerdo a la investigación que ha sido publicada en la revista científica Microbial Genomics, podría ser clave para el reciclaje ya que en su intestino posee una enzima bacteriana que le permite poder alimentarse de este termoplástico duro y sólido y a su vez digerirlo.
Uno de los científicos del estudio, experto de la Universidad de Queensland comentó que son capaces de sobrevivir con tan solo poliestireno durante todo su ciclo de vida.
Los científicos comentan que este tipo de larva es como una especie de planta pequeña de reciclaje, capaz de triturar este material plástico en la boca pasando al intestino donde son alimentadas las bacterias de este.
Uno de los problemas de mayor gravedad de la economía global que en 2018 llegó a producir cerca de 360 millones de toneladas plásticas, material que suele terminar en océanos provocando un grave impacto en los ecosistemas, podría verse solucionado gracias a las características del estómago de estas larvas.
Estudio del gusano Zophobas morio
El personal científico en la búsqueda de diseñar algún tipo de enzima que ayude a la degradación de residuos plásticos mediante un proceso en el que participa la trituración mecánica y la biodegradación enzimática, procedieron a la separación de larvas en 3 grupos:
- Un grupo fue alimentado con salvado.
- Otro con espuma de poliestireno.
- Y por último, a otro grupo lo dejaron sin comida.
El objetivo era asegurarse que tras comer poliestireno esta especie de insectos, nativos de América Central y zona septentrional de Sudamérica, capaces de llegar a alcanzar entre los 5 y 6 centímetros de tamaño máximo, pudiesen desarrollarse como pupa y escarabajos.
Las principales conclusiones del estudio son que:
- Efectivamente las larvas comen poliestireno
- Que este tipo de ejemplares con este tipo de alimentación plástica es capaz de completar su ciclo vital llegándose a convertir en escarabajos
- Que la dieta artificial modifica algunas de las condiciones naturales del aparato digestivo, llegando a reducir su crecimiento.
Esta investigación proporciona nuevos conocimientos metagenómicos sobre las vías metabólicas utilizadas por el microbioma intestinal de los supergusanos a la hora de degradar el poliestireno.
Se comprobó que todos los gusanos fueron capaces de completar su ciclo de vida llegándose a transformar en pupa (similar a la crisálida de mariposa) y escarabajos, y que el peso de los criados en poliestireno fue un poco mayor.
Enzimas para el reciclado de plásticos
Este proyecto científico intenta hallar el modo de utilizar de la mejor manera las enzimas en aquellos procesos a la hora de tratar los plásticos y no hacer uso de millones de esta especie de gusanos para los procesos industriales de reciclaje a gran escala.
Se busca hacer una réplica de lo que sucede en el estómago de este tipo de gusano, esperando a partir de unos 5 años ó quizás 10 producir enzimas y extraer las proteínas en el laboratorio a gran escala para un uso mucho más eficiente.